lunes, 25 de agosto de 2008

Recordando...

Ayer hablé con un amigo al que no veo hace un tiempo, y recordé la última vuelta de Madrid a la tierruca que hicimos juntos. La cosa fue "accidentada" por llamarlo de alguna forma...El atasco de salida de la capital fue tal, dado que era el puente de Noviembre, que decidimos adelantar lo más posible para hacer una parada. Lo mejor, ibamos en un coche antiguo, (ya os contaré de quién era, porque si lo pongo aquí, quizás alguien pueda pensar algo que no es...jejeje), de estos con radio-casette y gracias, y las únicas cintas: Mocedades y Ana Belén y Víctor Manuel con Sabina y Miguel Ríos. Evidentemente optamos por la segunda...jejeje (infuencias paternas...)
Supongo que venga de ahí, que hoy no me he podido quitar de la cabeza la canción:

Aunque soy un pobre diablo,
casi siempre digo la verdad.
Como fuego abrasador,
siempre quise ser el que no soy.
No transcurre el tiempo junto a ti,
no existe el reloj;
no tiene sentido entre tú y yo.

Aunque soy un pobre diablo,
se despierta el día y echo a andar.
Invencible de moral.
¡Qué difícil es buscar la paz!
Convivir venciendo a los demás...
Nuestra sociedad
es un buen proyecto para el mal.

Dejo sangre en el papel
y todo lo que escribo
al día siguiente rompería
si no fuera porque creo en ti.
A pesar de todo,
tú me haces vivir,
me haces escribir
dejando el rastro de mi alma
y cada verso es un jirón de piel.
Soy un corazón tendido al sol.

Aunque soy un pobre diablo,
sé dos o tres cosas nada más:
sé con quien no debo andar,
también sé guardar fidelidad.
Sé quiénes son amigos de verdad,
sé bien dónde están:
nunca piden nada y siempre dan.


Bueno tema aparte, la historia se complicó cuando justo después de salir de Sotopalacios (en principio primera y última parada) se encendió la reserva, pues bien, consejo: no intentéis más tarde de las 11 de la noche repostar hasta Reinosa, es imposible...
Nosotros paramos es todas las gasolineras, y sinceramente en Aguilar esperamos encontrar abierto, pero no, nos encontramos con 6 guardias civiles, que parecían de cahondeo, en Fombellida una camarera asustada de nuestro "asalto" a la gasolinera en la que sólo estaba ella limpiando y sin acceso al combustible...en fin...

¿La salvación?, el atasco a la salida de Madrid te da para coincidir en la carretera con conocidos en otros coches, así que una llamada a tiempo y una noble muchacha santanderina nos acercó a Reinosa, y vuelta a Aguilar.
Total que mi viaje en coche de Madrid se alargó más de lo normal, casi 6 horas, y yo quejándome de la Renfe...Ahora, reconozco que las risas de ese viaje al ir en reserva, con un humorista en potencia no las cambio por nada, y la sucesión de situaciones curiosas...en las 4 o 5 gasolineras tampoco...jejeje



PD:Podría escribir de tantas sensaciones y de tantos hechos que se llevan sucediendo en este par de semanas, que en vez de tener que escoger, no hablaré de ninguno...creo que es mejor así, compartir con quien me apetece solamente, no sé, a veces el encanto reside precisamente ahí...
Así que perdonad la paranoia...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué grande Víctor Manuel! Asistiré a un concierto suyo y de Ana Belén, mañana en Huércal-Overa (Almería), donde desde hace un año permanezo "autoexiliado"...

Y es que tras ser conquistada por las nuevas tropas "nacionales", yo también he decidido escapar de Madrid (cuando visito mi otrora querida ciudad lo hago ya sólo por los amigos, la familia o el partido).

Un abrazo, compañero.