Este Domingo pasado se presentaba una tarde tranquila, así que, después de una comida familiar y una despedida con café de por medio, entré en simbiosis con el sofá, pensando que ningún canal de la televisión conseguiría mantener mi atención y acabaría cayendo en las zarpas del sueño, pero…me equivocaba.
La noche del sábado comencé a ver con mi padre en casa el reportaje (sublime y totalmente recomendado) de Jon Sistiaga “Secuestrados, agonía en la oscuridad”, pero el “deber” de socializar los sábados noche me impidió terminar de verlo. El reportaje trata el infierno de los retenidos por la guerrilla colombiana de las FARC, con testimonios de las víctimas, los guerrilleros y sus familiares. Cuál fue mi sorpresa cuando el Domingo en CNN+ (viva la TDT) encontré de nuevo el documental y pude verlo terminar. No tengo palabras. La verdad es que no esperaba menos de este periodista, uno de mis favoritos, por cierto, pues creo que nadie como él se adentra en las sensaciones y opiniones de todos las posiciones. Eso sí, manejando a la perfección el límite entre lo emotivo y lo meramente informativo. Sinceramente lo recomiendo.
La otra sorpresa que me deparaba el Domingo televisivo era ver el viaje que le tocaba a Sardá en su Duty-Free. Y en esta ocasión se dejó caer nada más y nada menos que por Japón. La verdad es que evidentemente va sobrado de medios, pero siempre se adentra en historias personales curiosas, y aparece en los rincones más insospechados de las ciudades que visita. Siempre me resulta muy curioso su contacto con los españoles de esos lugares, y en este caso hubo varios ejemplos. Me encantan los programas de viajes.
Así que la tarde de Domingo que en principio se presentaba aburrida, fue compartida con los dos Super-cracks: Sistiaga y Sardá…(qué tendrá la S, jejeje)
lunes, 14 de abril de 2008
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